'El sumisa y el placer de su ama travesti'

El sumisa y el placer de su ama travesti

Hoy era el día en que mi ama como premio a mi comportamiento sumiso y diligente para servirla en sus tareas en su hogar y su cuidado personal había decidido que fuera su pareja dominada en su placer y disfrute sexual.

Recordaba el día que entre en aquel pub junto a mis amigos con una buena borrachera que llevabamos tras una noche de juerga. Durante un buen rato estuvimos acosando a las 'mujeres' que había. Estas se habían cansado de nosotros y demostraron que eran más fuertes que nosotros y provocaron la salida en estampida de dicho pub excepto yo que quede acorralado y tirado en el suelo inmovilizado por ellas.

Estuvieron discutiendo que hacer conmigo para que sirviera de escarmiento para mejorar mis modales ante 'las damas'. Al final decidieron que esa noche me convertirían en una dulce y sumisa camarera que estuviera sirviendo y atendiendo a los clientes del pub (no hay que decir que la mayoría de los clientes eran 'chicas' como ellas.)

Me cogieron entre tres y me metieron en el cuarto de baño para desnudarme, luego me aplicaron una crema por todo el cuerpo para quitarme el bello del cuerpo ya que dijeron que una chica era muy feo que tuviera pelo por todo el cuerpo, y por supuesto me afeitaron la cara y depilaron las cejas, además de afeitarme la cabeza. Terminaron maquillándome y pintándome las uñas de pies y manos de un color rojo.

Trajeron unas sandalias negras con un tacón de vértigo junto a una braguitas abiertas por detras (el culito se me veía), un sosten que rellenaron y un mandil pequeño todo ello rosa, como dijeron, para afirmar mi feminidad.

Tras esto me sacaron a trompicones del cuarto para que me contemplaran todas las 'chicas' del local lo guapa que había quedado la nueva camarera. Una de ellas sacó un plug anal que sujetaba también en el pene y me lo pusieron (no os quiero decir el dolor que senti ya que mi culito era virgen) riéndose de los gritos que daba cuando fue introducido en mi ano. Por último, como dijo una de ellas, como buena sumisa me pusieron un collar con cadena rosa y una bola en la boca para que no gritara tanto que les iba a aguar las copas.

Durante toda la noche estuve sirviendo a las clientas por todo el local, con algún que otro traspies debido a mi falta de práctica de andar con tacones, por supuesto fui humillada todo lo que quisieron e incluso varias veces me hicieron ponerme de rodillas frente a algunas clientas, comprobe que sus atributos masculinos que escondían era en muchos casos más grande que el mio, y obligarme a succionarlos hasta que mi boca se llenará de lechecita calentita que luego me obligaban a tragar para seguidamente volverme a poner la bola en la boca para que no se escapara nada del manjar succionado de esas 'diosas'.

Esa noche la recordaré como un infierno que pase, aunque fue el comienzo de mi nueva vida como una dulce sumisa solicita y servicial criada de mi nueva ama. Al estar amaneciendo entre varias decidieron que hacer conmigo, cuyo resultado fue echarlo a suerte y mi ama tuvo la fortuna de que yo fuera a a partir de ese momento parte de sus pertenencias.

Al rato cogio la cadena que colgaba de mi collar y me sacó con fuerza y energía del local para llevarme a mi nueva casa, que era la suya. Por las fotos podreís ver que destino me esperaba y os dejo a vuestra imaginación calenturienta lo que me paso allí hasta que hoy como premio a mi buen comportamiento y sumisa aptitud ante ella y sus amigas podeis ver por las fotos me espera.

[actualización 16-12-2009]

Un dulce beso de vuestr amig@, Editta

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