LA ESCUELA DE FIFIs
Durante toda esa noche los nuevos fifis sufrieron el tormento que sufrió Fifi su primera noche. No tenían ni el alivio de gritar, puesto que también se les pusó una inyección en la lengua, para que no incordiaran con sus patéticos gritos de hombres indefensos.
Con los latigos y fustas las mujeres empezaron a fustigarlos en sus culos y miembros viriles. Tras cansarse de pegarlos con las fustas, mandaron a Fifi a por los consoladores de doble punta (para que tanto quien recibía como daba disfrutara.) Los trajo al instante y se los colocó y abrochó en la cintura a cada una de las mujeres. Desataron a los aprendizas de criadas de los postes en equis, les pusieron grilletes con barra de unión en los tobillos, ataron las manos por detrás de la espalda y les pusieron un collar con correa que estaba sujeta a una argolla en el suelo, con ello les obligaron a inclinar la espalda y separar las piernas. Tras una pequeña resistencia que fue sofocada con varios fustazos estaban ya en posición para que fueran violados por sus culos y bocas.
Las mujeres respectivas tuvieron el honor de encularlos con sus prótesis, mientras que la madam y ama de Fifi les obligaron a que les chuparan sus falos. Cuando quedaron saciadas sexualmente las mujeres cambiaron de posición, con lo que los criadas tuvieron que chupar su sangre virginal de sus culos que había quedado en los consoladores de sus antiguas esposas y futuras amas.
Tras quedar de nuevo satisfechas, llamaron a Fifi para que trajera el material necesario para montar a los nuevas yeguas. Las mujeres se pusieron con la ayuda de Fifi botas de montar con espuelas, a los nuevos fifis les colocó un pasamontañas con una crin de caballo, las bridas bien apretadas, una silla de montar en la espalda bien sujeta y como último detalle les introdujo en el ano un consolador que terminaba en una cola de caballo. Las primeras en montar fueron sus mujeres. Tiraban sin compasión de las bridas provocando en el yegua un gran dolor en la boca, les clavaban las espuelas y golpeaban con la fusta para que trotaran y relincharan como verdaderos equinos (Fifi sonría al ver el sufrimiento de los que habían sido sus amigos, pero también violadores de ese día). La sangre manaba tanto de la boca como de las zonas donde las espuelas se clavaban. Pronto aprendieron que lo mejor que podían hacer era comportarse como yeguas bien entrenadas. Cuando terminó el paseo de todas las mujeres con sus equinos (lo cual fue por más de una hora), les llevaron a un abrevadero que había traído Fifi mientras las amazonas montaban a los yeguas para que bebieran y comieran algo.
Después del descanso a los fifis les quitaron todas las cosas que tenían para la monta, ataron a los postes en equis, les colocaron una bola en la boca para que no gritaran a la mañana siguiente cuando se les pasará el efecto de la inyección, e introdujeron a cada uno un tampón puesto que sangraban por su "primera regla". Apagaron las luces y se subieron las mujeres y Fifi a descansar.
Al rato se encendió la luz de nuevo, era Fifi que había vuelto. Se acercó a los travestis forzados (tenían su ropa interior destrozada de la sesión de iniciación.) Se puso un pene artificial de doble punta sujeto en la cintura (la punta trasera se introducía en el culo y cuya particularidad era que cada vez que moviera la punta delantera con fuerza hacía vibrar la parte trasera.) Les quitó el tampón ensangrentado y antes de dar por culo al primero les dijo con voz femenina: Esto sólo es el comienzo por lo que me habéis hecho esta tarde. Tras quedar satisfecha, dio por culo al otro. Al terminar, y después de quitarse el falo artificial y colocarles de nuevo a cada uno un tampón, les habló: A partir de mañana empezaremos a entrenaros para ser criadas sumisas. Seré para vosotros como una alumna de un curso superior y por tanto me deberéis obedecer por las buenas o por las malas. Yo también fui un hombre antes de convertirme en un criada sumisa. Mi antiguo nombre era Manolo, vuestro antiguo amigo. Se volvió riéndose, apagó la luz y se subió a su habitación para descansar ya que esa mañana iba a ser ajetreada.
Por la mañana temprano, Fifi (llevaba un vestido rosa con zapatos de aguja blancos con medias blancas), su ama, la hija y las esposas de los maridos (ellas iban vestidas de forma parecida con un vestido de cuero negro ajustado al cuerpo con medias negras sujetas con portaligas que estaban integradas a un corsé y botas de tacón de aguja negras) bajaron a donde estaban. Los desataron de los postes, les esposaron las manos por la espalda y pusieron unas argollas unidas por una cadena en los tobillos. Fifi se quedó adecentando el sitio tras la orgía de la noche mientas que las mujeres obligaban a subir a los maridos a la habitación de la servidumbre. Durante el trayecto los maridos sufrieron frecuentes caídas ya que no estaban acostumbrados a caminar con zapatos de aguja.
Cuando entró Fifi en su habitación se encontró con los maridos arrodillados en el suelo con la ropa interior destrozada mientras que las mujeres estaban hablando entre ellas. Al verla entrar, su ama le ordenó que se arrodillará con sus nuevas compañeras y empezó a hablar: A partir de hoy las nuevas estaréis aquí para convertiros en criadas sumisas y volver con vuestras amas, o sea antiguas esposas. Debeis tomar como ejemplo a Fifi, que pasó de ser un mal marido como vosotros hasta ahora a una criada feliz de serlo y totalmente obediente hasta la fe ciega de mis ordenes como ayer pudisteis comprobar. De vosotras dos esperamos como mínimo lo mismo. ¿Lo habéis entendido?
Si, señora, respondió con la mirada baja Fifi lo cual supuso al instante dos fustazos en la espalda de las dos nuevas por sus amas. Debéis responder como la hecho Fifi sólo cuando os pregunten como ahora, y jamas deberéis mirar a vuestra señora directamente a los ojos sino con la mirada hacia el suelo como acto de sumisión, recibiendo de nuevo varios fustazos, esta vez a las tres criadas, para que no lo olvidarán nunca mas, a pesar que habían respondido Si, señora al instante.
Lo primero que aprenderéis es a desmaquillarse y maquillarse, vestiros y andar con zapatos de tacón de aguja, y para ello os fijareis como lo hace Fifi que será desde hoy vuestra maestra. Cuando no estemos ninguna de nosotras, deberéis obedecerla en todo lo que diga. Será responsable con todas sus consecuencias de vuestras acciones. Lo último antes de comenzar con vuestra clases será poneros un nombre: Tú te llamarás Francesca (señalaba a Antonio) y tú Marie (señalaba a Pedro). Si, Señora contestaron las nuevas al momento.
Fifi se levantó ante una indicación con la mano de su señora y se sentó en el tocador. Empezó a quitarse la peluca y colocarla en la cabeza de maniquí. Luego empezó a desmaquillarse y quitarse el esmalte de las uñas. Por último se dio unas cremas para cuidarse el cutis y se aplicó el tratamiento de las hormonas. Se levantó y se quitó la ropa para ponerse el camisón para dormir. Por fin, volvió a arrodillar. Entonces su ama empezó a hablar: Esto tendréis que hacer todas las noches antes de acostarse. Como podéis haber comprobado Fifi lleva un tratamiento de hormonas femeninas además de haber sido operada de sus senos y ahora son hermosos. Vosotras por supuesto haréis lo mismo, y veréis que en poco tiempo tendréis unos senos iguales o mejores que vuestra compañera, mientras tanto os colocareis unos senos postizos. Vuestro aparato masculino no se os operará para que recordéis en cada momento lo que fuisteis, un macho estúpido, pero os aseguro que solo será un adorno y el único orgasmo que tendréis será el obtenido por vuestro culito. Ahora os toca hacerlo a vosotras para ver si habéis aprendido, esta parte es muy fácil. Primero ordenó a Francesca que lo hiciera. El maquillaje se le había corrido y parecía una mamarracha, Marie estaba igual. Se sentó mientras Fifi se acercó para quitarle las argollas de pies, manos y cuello. Procedió a desmaquillarse siguiendo los indicaciones verbales de Fifi, por último tomó su primera dosis de hormonas. Luego se levantó y se acercó a la cama que le indicó Fifi donde se encontraba el camisón. Tras quitarse la ropa, que tenía destrozada, se lo colocó y volvió arrodillarse en el sitio. Tras pasar Marie por lo mismo, las tres criadas estaban de nuevo arrodilladas esperando ordenes de sus señoras.
La ama de Fifi empezó a decir: No lo habéis hecho demasiado mal. Ahora os toca practicar lo que haréis todos los días al levantaros. Fifi se levantó de nuevo, se quitó el camisón y entró en el cuarto de baño, La ama de Fifi ordenó a las otras dos criadas que entrarán junto a ella para que no se perdieran detalle. Empezó a depilarse con cera, luego se bañó con sales aromáticas. Para salir y acomodarse en el tocador para maquillarse se puso una bata de color rosa de seda para empezar a maquillarse y pintarse las uñas de pies y manos. Espero un rato a que la laca se secará y no manchar para empezar a vestirme con la ropa de faena.
A Fifi se puso un uniforme negro de latex, lo que hacía que le quedará ceñido al cuerpo, con gran escote, para que se viera sus prietas tetas, y una minifalda, para que cuando se agachara o inclinara la espalda se viera su culo, con un delantal y cofia, también de latex, blanco. Como ropa interior se puso un corsé que incluía liguero y copas para remarcar y apretar las tetas, medias de malla y braguitas todo ello de color negro. Por último se puso unos zapatos de tacón de aguja, por supuesto negro. Todo ello hacía que Fifi resaltara como toda una hembra, con un maquillaje que parecía una putita muy cachonda, labios con un rojo intenso con el esmalte de las uñas de pies y manos a juego con los labios. Según hubiera dicho Manolo en su época de macho, esa puta esta pidiendo que se le eche varios polvos. Las dos nuevas amas, se pusieron sus falos en la cintura y ordenaron a Fifi que se pusiera en posición para ser violada delante de sus nuevas compañeras. Los gritos de gozo tanto de las amas como de Fifi fueron prolongados al violar y ser violada a el criada. La ama e hija de la ama de Fifi se reían a carcajadas al ver como había disfrutado por dos veces, se había convertido en una putita muy caliente.
Francesca intentó escapar al ver lo podía venir, lo cual fue impedido y mientras Fifi le agarraba las amas le propinaron varios fustazos en su inútil miembro viril lo que provocó que Francesca gritará, lo que fue sofocado introduciéndola en la boca las braguitas que había tenido la anoche anterior, toda ellas mojadas de pis y sangre. Al terminar, la anfitriona de la casa le comentó que más tarde recibiría el castigo oportuno, que los golpes recibidos serían sólo un aperitivo de lo que le esperaba por haber sido un criada desobediente y le mandó que se preparará y vistiera como había hecho su compañera.
Francesca (ya se le había quitado de la boca las bragas, las cuales le habían provocado vómitos dejando perdido su camisón) con la ayuda de Fifi realizó los mismos pasos. A ella le habían preparado un vestido de criada muy cursi de color rosa con muchos encajes. La ropa interior iba también a juego con un corsé estampado de rosas de color rosáceo claro, medias blancas, zapatos de tacón de aguja también blanco y grilletes unidos entre sí a una distancia muy corta en los tobillos para que no pudiera correr e intentar escapar de la casa (se cayó dos veces ya que no sabía andar sobre ellos.) Como no tenía todavía desarrollado sus pechos se puso en las copas del corsé unos postizos. El maquillaje también de color rosáceo. Marie se vistió y maquilló de la misma forma (antes como Francesca se había depilado y bañado.) Las dos nuevas parecían dos colegialas muy cursis para remarcar su feminidad hasta el extremo del ridículo. Cada ama cogió a su criada y violó como antes habían hecho con Fifi, que ahora ella veía como lo hacían con las dos nuevas. Tras ponerse cada una un tapón para la regla que habían tenido, los tres criadas se arrodillaron mientras esperaban nuevas ordenes de sus amas.
La ama de Fifi habló: Para que durante este periodo de aprendizaje os toméis bien en serio la transformación de macho a criada sumisa existirán varios castigos que os voy a enumerar:
- Fusta.
- Violación realizada por una de las amas, Fifi o una de vosotras.
- Ejercicio en la bicicleta estática. Tiene la particularidad que si no mantenéis un ritmo mínimo estará metiendo y sacando a un ritmo muy alto por el culo un falo, lo cual, hará que el dolor sea muy intenso.
- Dormir toda la noche metida en un traje de cuerpo entero desde la cabeza hasta los pies de latex superajustado con una pelota en la boca, para que no podáis decir nada, con los testículos al aire con una pesa sujeta en el pene, y un falo que saldrá de la pared para meterlo y sacarlo por vuestro culo por una abertura que tiene el traje y sujeta a la pared de las manos y pie, ya que también os pondremos los dos pies en una bota que os llegará por encima de las rodillas.
- Y otros castigos que se nos ocurra.
Quien reciba el castigo dependerá de nosotras y de Fifi, por supuesto, si nos enteramos que vuestra compañera se calla o pasa por alto algún castigo ella será la que reciba el castigo en vez de vosotras las nuevas. Francesca por su mal comportamiento anterior probará esta noche el traje. Por último, según decida Fifi que ese día lo haya hecho peor será violado por su compañera y Fifi todas las noches. Habéis entendido todo. Si señora contestaron los criadas.
Después les tocó a los criadas ejercitar andar de forma femenina y de paso acostumbrase a andar con zapatos de tacón de aguja. Debido a la torpeza de los nuevas, les supuso para ese día que tuvieran asignado un tiempo en la bicicleta estática. A media mañana las señoras se fueron, dejando a Fifi y sus nuevas compañeras solas, con la misión de que les instruyera y contará las normas y quehaceres diarios de un Criada Sumisa.
Al mediodia, los criadas se encontraron con las señoras para servir la comida. Durante la comida las dos nuevas sufrieron la atención de las amas en forma de acosos, tirar cosas para que se agacharan y recibir un azote en el culo. Cuando terminaron el postre y tomar el café en el salón, bajaron a donde estaba la bicicleta estática para que recibieran el castigo por las faltas cometidas. Primero subió Francesca, que antes se había el tampón y las braguitas, la ataron a la silla para que no pudiera quitar el culo del sillín, en el que se veía un agujero por el que asomaba el falo. Pusieron en marcha la silla en funcionamiento. Francesca perdía rápidamente el ritmo de pedaleo ya que le era imposible dar pedales con los zapatos de tacón, lo cual hizo que el falo entrará y saliera a un ritmo constante por el culo. Cuando terminó el tormento, Francesca al bajarse de la bicicleta estaba echando sangre por el culo, Fifi le dejó una toallita y un tampón para que se lavará en un bidel que había cerca y se colocará el tampón luego. La siguiente en recibir el castigo fue Marie que padeció lo mismo. Por último, Fifi probó la maquina por orden de su ama (su ama no quería que olvidara quien era y que puesto le correpondía en la casa.)
Hasta la cena, los criadas subieron a su cuarto para seguir con el aprendizaje. Tras preparar la cena y servirla se retiraron a la habitación de los criadas. Allí, se quitaron el uniforme quedándose solo con la ropa interior y los zapatos puestos. Entonces Fifi habló: Como dijo esta mañana mi señora, cada noche una de vosotras será violada por su compañera. Esta será la que yo considere que se ha esforzado menos ese día. Hoy Francesca has sido la elegida. Marie en tu cama tienes tu falo, es especial para nosotras ya que según damos por culo, el extremo que nos metemos en nuestro culo vibra. Primero fue Fifi en dar por culo a Francesca, para luego hacerlo Marie. Tras finalizar, Fifi ordenó a Marie que se prepara para dormir, mientras que a Francesca la llevo al cuarto donde la metió en el traje de latex (solo le quitó los zapatos y las braguitas quedándose con todo lo demás: corsé, medias y maquillaje), puso la bota, la bola en la boca y ató a la pared. Cerro totalmente el traje para que no viera nada y encendió el sistema para que el falo entrará en funcionamiento durante toda la noche. Regresó, cerrando el cuarto, viendo que ya estaba preparada Marie lo que le ordenó que se acostará. Antes de prepararse ella para dormir, aseguró mullecas y tobillos de Marie a la cama. Había pasado el primer día del entrenamiento de los dos nuevas criadas.
ANTERIOR ¿CONTINUA...?
El Criada Sumisa.
"Dedicado a la ama Adela por obligarme a que siguiera sin más dilación con la serie."
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