---RELATOS:
El cabrito
Almudena entro a su cuarto como de costumbre. Sobre la cama yacía su cabrito recién bañado. Se encontraba acurrucado y su corazón latiendo al maximo.Es que a esta altura bien sabia quien mandaba en casa ya que Almudena sabe como azotar culos cuando hay que poner las cosas en su lugar…..y a eso se habia dedicado durante todo el dia.
“Debería haberte azotado mas fuerte aun“ le dijo con tono duro.
Los deseos de Almudena esa noche eran propios de su naturaleza y sus ganas de tomar un cabrito por el rabo la ponían al rojo vivo.Pero había algo que la enfurecía y mucho.Todos sus cabritos debían vestir como a ella le gustaba y en este caso, las bragas rosas con moño de seda no adornaban el rabo de su nena.
“Parece que aun no has entendido quien esta a cargo acá !!!“ dijo Almudena.
Por más misericordia que pidió el cabrito, nuevamente su culo le hizo entender como debía vestirse ante ella.
Almudena amaba doblarlo sobre sus rodillas , bajarle las bragas y ponerle el culo rojo.,Eso la excitaba de maravilla.
Ahora si, ya con su vestimenta de hembra (como le gustaba a Almudena) y tomándolo de la cintura, la leona se sentó en el borde de la cama , lo sentó sobre ella y de espaldas a ella. Lentamente y con su antebrazo izquierdo abrazo desde abajo ambas piernas de su cabrito llevándolas hacia atrás hasta que las rodillas tocaran los hombros de este, y frente a un gran espejo contempló con ternura y delicia la rosada (la paliza había sido muy dura ) y tierna cola de su cabrito recién bañado. Mientras contemplaba el espectáculo, tomo un perfume con la otra mano y lo roció por todo el culo de su presa. Los cabritos de Almudena siempre debían estar perfumados.
Mientras todo esto pasaba, su cabrito temblaba del miedo anticipando lo que vendría y a la vez suplicaba a su Almudena por piedad.
“Es hora de hacerte mia y que sepas de una vez quien manda en esta casa cabrito” dijo Almudena mientras revelaba su gran falo.
“No, por favor Almudena…me portare bien”. Suplicaba su sumiso que al mismo tiempo entraba en erección debido a la excitación.
Sin mediar palabra, y manteniendo la misma posición, Almudena tomo su falo y de a poco y lentamente fue desflorando la colita de ( ya a esa altura) , su cabrita mimosa.
Durante un buen rato la sacudió sin piedad mientras le ronroneaba y repetía “Almudena ama a su cabrito y como corresponde lo hara tomar como a una reina”……
Y sí que tomo como una reina!!!!!! pues en eso Almudena era experta y no desperdicio una gota de leche. Conocia bien el momento justo y la posición justa para hacerlos suyo totalmente. Tambien hizo lo mismo el cabrito, desparramando toda su leche por el cuarto mientras la leona lo desfloraba con pasión subiéndolo y bajándolo dentro de su falo.
Una hora después :
“Shhhhh hembrita MIA….tranquila “…..mientras lo repetía varias veces, Almudena tomo a su reina ya desflorada, la sentó en su falda y la apretó junto a su pecho, consolándola y felicitándola por lo bien de su comportamiento.
A esa altura su cabrito estaba cansado y con la cola desbordando de leche. Al verlo tan frágil, Almudena dejo salir su instinto maternal.Lentamente abrió su blusa blanca y dejo caer su redondo y hermoso pecho.
“Se que te gusta cabrito mío….aquí lo tienes…no te reprimas y succiona.”
Almudena amamantaba a su cabrito, ya a esta altura su bebita desflorada, quien luego de un rato de mamar la leche tibia de Almudena se quedo dormida en sus brazos hasta la mañana siguiente ya lista para ser bañada y perfumada nuevamente.
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