Mi vida como perrito sumiso de mis amas

Las conocí en una noche en una discoteca en la Costa Brava. No se que pasó, supongo que me echarían algo en la bebida, pero cuando desperté estaba en una especie de cuadra en una masía aislada vestido de cuero y con una mascara que me cubría toda la cabeza simulando a un perro.

Pronto descubrí que desde ese día que desperté en la jaula mi vida sería muy perra y mis nuevas dos amas me tratarían como un sumiso perro sin posibilidad de escapar, con el tiempo me gustó y no quisiera perder esta vida bajo el estricto control y cuidados de mis amas.

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