Esta noche de navidad iba a ser especial, nuestra ama nos había invitado a varias de sus sumisas para preparar y servir la cena en la casa de mi ama junto a sus amigas.
Hasta que empezaran a llegar las amigas de nuestra ama y nosotras preparábamos la casa, ella tomaba algo servida por una sumisa criada mientras hablaba por teléfono para luego irse al baño para ducharse bajo la asistencia de una de nosotras.
Ama esperando a sus amigas
Mientras tanto, las invitadas de nuestra señora, se preparaban para venir, con la ayuda de sus sumisas, a la cena de navidad lo más guapas e imponentes que podían para radiar esa noche.
Ama preparándose para ir a la cena
Una invitada, muy amiga de nuestra señora, llegó antes de tiempo acompañada de una sumisa suya. Así la señora y su amiga esperaron en el salón hablando de sus cosas mientras la sumisa nueva se cambió con la ayuda de una de nosotras bajo las directrices dadas por las amas, para luego la nueva sumisa servir una copa a las señoras y recibir de paso, mientras esperaban al resto de invitadas, una sesión de sumisión bajo las artes del BDSM.
Esperando a las otras invitadas
A mi me tocó preparar el postre, así que cogí un mandil y me fui directa a la cocina para comenzar con mi trabajo encomendado. Mientras lo estaba preparando la sumisa de la invitada que había sido objeto de las atenciones de mi señora y la invitada que había llegado antes de la hora indicada, se entretuvo entrando en la cocina "motivándome" y "jugando" conmigo, como si estuviera resarciéndose de lo sufrido por parte de mi señora.
Preparación del postre
Durante la cena, una de las invitadas de nuestra señora la incomodó con varios comentarios fuera de todo, seguramente debido a que estaban bebiendo demasiado alcohol, y tras ofrecerle una de las sumisas que actuaba como camarera una copa con un somnífero, fue llevada la invitada grosera a una habitación por una criada sumisa, atada y cuando despertó la sumisa que la vigilaba humillarla mientras esperaba la venida de nuestra señora para infringir el justo castigo por su comportamiento grosero.
Espera del castigo de la invitada grosera
Tras acabar la cena y retirarse al salón nuestra señora y sus invitadas para tomar unas copas se pusieron a visionar el vídeo de una de las invitadas que había regresado desde oriente y había practicado con sumisas orientales el arte del BDSM oriental.
Visionado del arte de BDSM oriental
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Yo no pude participar en servir a mi señora y sus invitadas en la cena, y mi ama al notar mi ausencia preguntó por mi de forma airada y al contarla lo que había pasado en la cocina con la sumisa de su amiga decidió que me llevarán sin desatarme, ya que así me había dejado la sumisa y ninguna de mis compañeras se atrevió a desatarme sin la autorización de nuestra ama o alguna invitada, junto al Árbol de Navidad para formar parte de los regalos. Por la madrugada una de las invitadas apareció y decidió que yo iba a ser su regalo y me desempaquetó para jugar conmigo hasta que se cansara de mi o me estropeará ;-).
Siendo un regalo junto al Árbol de Navidad
EL DÍA DESPUES
Al día siguiente, las invitadas se fueron tras felicitar de la cena a nuestra ama y de la formación de nosotras, sus sumisas. A nosotras nos tocaba dejar todo en orden y limpio bajo la atenta mirada de nuestra señora, lo cual nos llevaría toda el día de labor, incluso encontrar alguna esclava olvidada en el salón.
Limpiando el salón
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Mientras tanto una de nosotras, con el vestido de criada tuvo que acudir al hotel donde estaba el marido de nuestra señora, ya que había preferido que la cena fuera solo femenina, a cambio su esposa, nuestra señora, le recompensó esa mañana con la atención de una de sus sumisas en todo lo que el marido quisiera.
Sumisa vista la habitación del hotel del marido de nuestra señora
La invitada grosera se quedó unos días en casa para infligirle su castigo y de paso disciplinarla y quitarle esos groseros modales impropios de una amiga de nuestra señora. Esa mañana recibió la visita de nuestra ama junto a la sumisa de la noche anterior para comenzar su enseñanza en los buenos modales... duraría varios días hasta que su amiga fuera una nueva persona o mejor dicho en convertirse de amiga grosera a sumisa educada de nuestra señora, se puede decir que perdió una grosera amiga pero ganó una sumisa educada y disciplinada.
Preparación de amiga grosera por nuestra ama y sumisa
Varias de las sumisas que participamos en la cena, al día siguiente, fuimos prestadas durante varios días a las invitadas que quisieron llevarse alguna. Cuando regresaron las sumisas de nuevo a la autoridad de nuestra señora trajeron como pago unos vídeos con las experiencias con sus amas temporales para que las visionará nuestra ama. Las sumisas prestadas fueron:
- La sumisa Blanquita. Como veréis nuestra señora, tiene un sentido del humor al ponernos los nombres de sumisa. Ante nuestra ama jamas usamos nuestros nombre de la vida "normal" sino los que nos impone nuestra señora, ya que dice, que parte de la sumisión empieza por aceptar el nuevo nombre.
parte 1
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parte 2
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Sumisa Blanquita sirviendo a ama nueva
- La sumisa Magdalena. Cuando se presentó a nuestra ama por primera vez, la señora comentó que le gustaban demasiado las magdalenas y con ese nombre se quedó, la pobre, en el trato personal es como las mismas dulce como el azúcar.
La sumisa Magdalena con su nueva ama
- La sumisa Mudita. Como en las anteriores nuestra señora le puso ese nombre al fijarse en algún defecto que consideraba la señora como motivo de mofa y humillación. En este caso era que consideraba nuestra ama que hablaba por los codos cuando se la presentaron.
La sumisa Mudita con su nueva ama
¿Y que me paso a mi?, pues mientras esperaba en la cocina cotilleando una revista, la sumisa de la invitada que la noche anterior había jugado conmigo, se abalanzó y empezó a jugar conmigo otra vez. Su comportamiento de esta sumisa en la casa de nuestra señora, según había pasado el tiempo, se había convertido más en una ama, mientras lo veía su señora y las otras amas reunidas, y que lo experimentaba conmigo: Parecía que quería saldar cuentas por lo hecho por su señora y la mía al principio de la tarde anterior cuando esperaban a las otras invitadas sobre mi sumiso ser, aunque disfrute como una "loca" ... pero eso no se lo digan a mi señora ;-).
Mi recompensa por parte de la sumisa de una invitada
Al final también fue cedida y pasé una temporada con una de las amigas de mi señora con otra sumisa propia de la amiga. A esta ama le encantaba probarnos corsés mientras aplicaba una sesión de ataduras con nosotras. Puedo decir, que fueron unos días maravillosos aunque en todo momento añoraba la vuelta a la casa de mi señora y su disciplina.
Yo, los corsés y mi nueva ama
¡y este cuento termina por este año, no comimos las sumisas perdices pero si fuimos felices con los regalos de Mama Noel y su sumiso marido que trajo a nuestra señora para nosotras de su mazmorra en el Polo Norte: Muchas ataduras, azotes sin fin y demás humillaciones y castigos que todavía no nos podemos imaginar pero estamos deseando recibir con firmeza!
POSDATA. El nombre que me puso mi señora fue Editta, ¿porqué? esa es otra historia...